Reconstrucción ósea
La implantación es la mejor manera de restaurar los dientes perdidos.
¿ Por qué no pueden hacerlo a todos?
- La contraindicación más común es una deficiencia de tejido óseo en el lugar de la implantación.
- Es el tejido óseo que sostiene el implante. Debe estar rodeado por todos lados por al menos 2 mm.
- Si el implante se inserta en el tejido óseo con un volumen insuficiente, se produce una recesión en varios años, que finalmente conduce a la inflamación y destrucción del tejido óseo y el periodonto. El implante puede rechazarse.
Causas de la falta de hueso:
- El hueso se atrofia al no recibir ninguna carga. El tejido óseo debajo del puente se atrofia con especial rapidez. La tasa de disminución es individual para cada paciente.
- El hueso se lesionó cuando se extrajo la pieza
- La extracción del diente en mal estado se pospuso constantemente.
- El diente se pierde debido a problemas graves en las encías.
- La regeneración ósea es el área de cirugía más importante en clínica Corona Dental.
Métodos:
- Trasplante de hueso del propio paciente o bloque óseo (Autotrasplante). El material se toma del área de los terceros molares (muelas del juicio) de la mandíbula inferior.
- Aumento óseo mediante materiales sintéticos que imitan los huesos naturales.
- Aumento de hueso con material de donante animal (Xenotrasplante)
- Membranas. Las usamos como barreras y retención de los materiales óseos. A medida que se forma hueso nuevo, las membranas desaparecen por sí solas.
Las principales etapas del procedimiento:
- Seleccionamos el material para la restauración ósea, en función de las indicaciones.
- Hacemos una incisión en la encía para proporcionar acceso al sitio de aumento óseo.
- Con la ayuda de herramientas especiales, liberamos espacio para la introducción de tejido óseo.
- Colocamos y fijamos el material de restauración.
- Suturamos
La regeneración ósea se lleva a cabo en varias etapas, dependiendo de la complejidad de la situación.
El período de curación de un injerto óseo a es de 1 mes a 6 meses. Después de eso, se lleva a cabo la siguiente etapa o se coloca un implante. No hay sensaciones dolorosas durante la operación. Se realiza con anestesia. La tasa de supervivencia del tejido óseo es del 97 al 98%. Se realiza un saneamiento completo de la cavidad bucal antes del procedimiento. La ausencia de bacterias mejora el injerto.